viernes, 17 de junio de 2011

El temario de la clase y las evaluaciones.

Por Alba Llanes

Una manera de guiar al alumno en el proceso de aprendizaje y, al mismo tiempo, en su preparación para las evaluaciones, es aportarle un temario suficientemente detallado que le sirva como guía a la hora de estudiar.
El temario es la lista de temas y sub-temas que serán tratados durante el desarrollo de la asignatura, los cuales recogen las ideas principales y secundarias importantes, que conforman los ejes vertebradores de las diferentes lecciones y, al mismo tiempo, constituyen los contenidos básicos que el alumno debe conocer al finalizar el cursado de la materia.
La existencia de un temario con estas características no debe ser un factor que constriña definitivamente al profesor durante la clase. Esto significa que, eventualmente, el maestro puede agregar un sub-tema que considere importante para la compresión del tema tratado, haciendo notar al alumno la importancia que tiene este último para la comprensión del tema general y la posibilidad de que el mismo sea objetivo de examen.
Los puntos y sub-puntos de un temario detallado permiten, al profesor, llevar un récord de lo que va tratando en clase, de lo que ha puesto ya en conocimiento del alumno, y de lo que le falta por dar. No todos los puntos del temario tienen que ser expuestos de la misma manera. Es lógico que el docente alterne los métodos didácticos adecuados para el tratamiento de los mismos.
Por otra parte, el alumno, sobre todo si es novato, no siempre logra determinar cuándo el profesar está tratando un punto principal o secundario del tema, o cuándo es un punto de un tema transversal o colateral. En este último caso, a veces le es difícil discriminar cuál es su grado de relación e importancia con respecto al tema de la lección, o cuál es el grado de importancia de la información que tiene que ver con el tema de la lección. Por esta razón, muchas veces llena la carpeta de anotaciones con datos e información de toda índole, naturaleza e importancia. En otras, apabullado por la cantidad de información que está recibiendo, no hace los apuntes o anotaciones correspondientes. El temario detallado de contenidos básicos será, para el alumno, una especie de brújula que le permitirá retener la información relevante de la lección y, al mismo tiempo, saber concretamente qué aspectos serán evaluables.

Es aconsejable que, previo a la instancia del examen, el docente y los alumnos revisen y lleven un registro de los temas vistos. De ese modo, ambos sabrán dentro de qué límites temáticos se llevará a cabo la evaluación. Con esto se evitará el estudio y evaluación de información superflua.
En este sentido, salvo que exista un acuerdo previo entre el profesor y los alumnos, el maestro no debería tomar evaluación de un punto del temario que no haya sido tocado de algún modo, sea cual fuere el método didáctico empleado.

Alba Llanes. Apuntes pedagógicos. (Los Ángeles, CA: 2005 // Rancho Cucamonga, CA: Ministerio Luz y Verdad/EDICI, 2007)

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